Abordando la ética del cuidado
Más noticias
Convocatoria abierta para prometedora investigación
Nueva esperanza contra el síndrome de ovario poliquístico
Inicio del año académico 2024
Escuela de Postgrado da la bienvenida a sus nuevos estudiantes
Michelle Bachelet se reúne con la comunidad de la Facultad de Medicina
“¡Gracias a usted pude estudiar!”
Rocío Mayol, investigadora del Núcleo Milenio Imhay
“Quiero equilibrar el sesgo de la prensa, a favor de las científicas"
Entregando conocimientos y experiencia para futuras generaciones
Generación 1984 de Nutricionistas visita la Facultad de Medicina
Docente de las universidades de Chile y Católica de Chile
Facultad de Medicina despide al doctor Humberto Soriano Pérez
Acto público ante la comunidad universitaria
Universidad de Chile lanzó su proceso de Acreditación Institucional
Disponible gratuitamente en el portal de libros electrónicos de la Universidad de Chile.
Lanzan libro “Umbrales del arte, Creación y Estímulo”
Iniciativa impulsada por el Núcleo Milenio Imhay
Buscan fortalecer la prevención del suicido en jóvenes
¿Qué miramos y por qué?
En cada segundo la vista de una persona es capaz de fijarse en distintos lugares de una imagen, eso significa que cuando miramos pareciera que lo que estamos haciendo es sacar fotos, cientos y cientos de fotos. De hecho, se calcula que cuatro veces por segundo nuestro cerebro capta una instantánea y, sin embargo, en nuestra percepción nos parece que todo fuera un continuo.
El académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, doctor Pedro Maldonado, y el estudiante del Magíster en Neurociencias, el médico José Pablo Ossandón, interesados en analizar cómo funciona el cerebro, se han abocado a estudiar el sistema visual.
Para ello están investigando, con equipos de última generación, la manera en que los seres humanos miran, es decir, cuál es su conducta ocular.
"Con una máquina que tiene dos cámaras que apuntan a los ojos podemos grabar cada movimiento de exploración visual y registrar dónde se produce la fijación, esto es, en qué puntos se centra la mirada y por cuánto tiempo", explica José Pablo Ossandón.
Al sujeto se le exhiben varias fotografías que se proyectan secuencialmente en un computador, algunas puestas al revés, y se le da un tiempo determinado para que las observe. Previamente estas fotos han sido analizadas por otro computador que, centrándose en criterios pre-establecidos, define los lugares que -según se sospecha por análisis de la corteza cerebral- deberían ser más atractivos desde un punto de vista físico, como por ejemplo, los colores fuertes, áreas de mayor contraste y sitios luminosos.
Sin embargo, los primeros hallazgos son claros al determinar que estos puntos no siempre son los que atraen la vista de los individuos, habría de por medio otras condicionantes que están relacionadas con el estado cognitivo interno del sujeto.
"Estamos investigando la forma en que otros factores cognitivos están involucrados en la conducta de exploración visual, como por ejemplo, el contenido emocional, que es capaz de atraer inmediatamente la atención de la persona, mucho más que un cambio de color o el contraste de la imagen", añade el tesista Ossandón.
Aplicaciones prácticas
Junto con hacer exploración visual también se puede registrar la actividad del cerebro mediante una electroencefalografía. "Así podemos saber cómo cambia de estado, dependiendo de lo que está observando la persona y cuánto tiempo demora en capturar algún elemento", plantea Pedro Maldonado.
El académico añade que uniendo ambos exámenes se puede determinar qué partes del cerebro se comunican entre sí durante una visualización específica. "Si llegamos a entender cuáles son los mecanismos del cerebro en estado normal podríamos emplear esta herramienta para hacer diagnósticos en sujetos que supuestamente presentan patologías, sobre todo en el área psiquiátrica y que, en consecuencia, tienen sus procesos cognitivos alterados. Esto ayudaría a que el diagnóstico fuera más preciso", adelanta Pedro Maldonado.
Otros investigadores, de la Universidad Católica, están trabajando para usar este recurso en la detección del déficit atencional.
Todo esto puede llevarse a cabo gracias a que la tecnología ha evolucionado en los últimos 10 años. Antes de ese período era necesario insertar un aparato en el ojo de la persona o bien usar lentes de contacto especiales para hacer un estudio de esta envergadura. "Estas cámaras son muy rápidas: van sacando fotos del ojo 500 veces por segundo, así que el investigador puede saber precisamente hacia dónde estaba enfocando el sujeto en un momento específico. Hasta ahora hemos podido constatar que las personas no miran por mucho tiempo algo, a lo más durante un cuarto de segundo, ese es el tiempo que necesitan para registrar lo que están viendo", explica el doctor Maldonado.
Cecilia Coddou
ccoddou@uchile.cl