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Más noticias

Es fundamental controlar la propagación del vector

Más allá del dengue

En medio del auge de casos de esta infección que se vive en los países vecinos, así como del reciente descubrimiento del mosquito que transmite la enfermedad en la provincia de Los Andes, académicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile hacen un llamado a la calma pero, al mismo tiempo, a la prevención.

Promisorios resultados dio a conocer el doctor Leandro Carreño, académico del Programa de Inmunología del Instituto de Ciencias Biomédicas, al término de su proyecto Fondef IDeA

Trabajo continuará con un proyecto CORFO

Presentan innovadores avances contra las alergias

Promisorios resultados dio a conocer el doctor Leandro Carreño, académico del Programa de Inmunología del Instituto de Ciencias Biomédicas, al término de su proyecto Fondef IDeA “Desarrollo de una formulación terapéutica en base a liposomas inmunomoduladores, para el tratamiento de alergias ambientales”.

Por su destacada trayectoria académica y profesional

Profesor Manuel Oyarzún recibe Medalla Rector Juvenal Hernández Jaque

El profesor titular del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina recibió el galardón en la mención “Ciencia y Tecnología”, premio otorgado a egresados de la Casa de Bello que hayan prestado servicios distinguidos a la Universidad y al país mediante el ejercicio de sus labores profesionales y académicas.

Profesor José Navarro, poetisa Amanda Fuller, doctora Lorena Tapia y Javier Morales.

Exposición bibliográfica abierta a público

Gabriela vive en la Facultad de Medicina

Con el fin de iniciar las conmemoraciones del Mes del Libro, la Dirección de Extensión de nuestro plantel, junto al “Rincón Cultural Gabriela Mistral” de la Biblioteca Central Dr. Amador Neghme, organizaron un encuentro dedicado a la vida y obra de la destacada poetisa nacional, que se realizó el 10 de abril de 2024.

Andrés Couve y Cecilia Hidalgo

Inversión en conocimiento

Inversión en conocimiento

El Gobierno anunció que el 2016 sería el año de la productividad. De un año así se espera la generación de políticas cuyos efectos positivos puedan reflejarse a corto, mediano y largo plazo. Como se sabe, la baja y la pobre productividad de nuestro país no es casualidad; es consecuencia de una falta de visión y de inversión de recursos de nuestros gobiernos. Hoy estamos expuestos a un desastre similar al que sufrió el país hace un siglo con el apogeo y caída del salitre.

Al igual que el año pasado, el presupuesto para investigación enviado por el Gobierno al Parlamento no expresa voluntad alguna de transformar este deteriorado estado de cosas. Peor aún, dicho presupuesto implica un claro retroceso. Años atrás, gracias al auge del cobre, se impulsaron programas de doctorados nacionales e internacionales. Sin embargo, todavía no existe un plan atractivo para la inserción laboral de miles de investigadores jóvenes formados en el país y para el retorno de muchos otros que viajaron al extranjero. No recuperar adecuadamente los jóvenes formados gracias al Programa Becas Chile contribuye, paradójicamente, a financiar la investigación en otros países más ricos y desarrollados.

No menos paradójico resulta que, en tiempos de reforma a la educación superior, esta fuerza humana no se encuentre en el centro de la preocupación de quienes nos gobiernan y que no se la vea como una posibilidad atractiva para potenciar la calidad y cobertura de la educación nacional.
Igualmente insólito es que, conocidas las urgencias de descentralización del país, no se generen políticas robustas para la creación de grandes centros de investigación regionales en nuestra rica y diversa geografía.

En situaciones mucho peores, países que hoy admiramos han encontrado en la inversión en conocimiento la posibilidad de crear futuro. Para que la investigación participe activamente de la productividad y del progreso de la nación se requiere una mirada amplia y de largo plazo, con programas de apoyo que sean coherentes y perdurables en el tiempo. Tenemos personas calificadas, pero no la tranquilidad y seguridad que se requieren para que ellas y ellos alcancen todo su potencial creativo. Es claro que si queremos generar las condiciones culturales necesarias para que en el futuro se produzcan bienes públicos que beneficien a toda la comunidad, se debe incrementar la formación e investigación en ciencia básica y en disciplinas fundamentales en todas las áreas. Todo esto lo sabemos.

¿Qué esperamos, entonces? El actual es un momento histórico. Nunca antes Chile había mostrado tanta capacidad para participar de la producción de conocimiento en el mundo, como recientemente lo han destacado revistas científicas de primera línea, tales como Science y Nature. Pero nunca antes se estuvo tan expuesto a perder lo ganado y a dejar que este momento de la investigación nacional pase sin pena ni gloria. Lo que está en juego no es el interés de un grupo de investigadores acomodados en sus laboratorios y universidades. Lo que está en juego es, justamente, lo contrario: que la investigación impacte fuera de las parcelas protegidas existentes, crezca y entregue horizontes a las nuevas generaciones, y beneficie a toda la ciudadanía. Se trata de participar en la construcción de un país desarrollado de manera orgánica y consistente.

Andrés Couve; Cecilia Hidalgo
Universidad de Chile

Juan Manuel Garrido
Universidad Alberto Hurtado

Alexis Kalergis; Luis Larrondo
P. Universidad Católica de Chile

Ramón Latorre
Universidad de Valparaíso

Carolina Torrealba; Tomás Pérez-Acle
Fundación Ciencia & Vida

Osvaldo Ulloa
Universidad de Concepción