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La IV Jornada CICA contempló la exposición de más de 40 poster de las investigaciones que se realizan en estos centros.

Avances y trabajo mancomunado

Medicina traslacional, desafío de futuro

Creciente interés ha despertado entre académicos y estudiantes de pre y postgrado de la Facultad de Medicina las jornadas de los Centros de Investigación Clínica Avanzada, CICA, que este 24 de abril de 2024 tuvieron su cuarta versión, reuniendo a más de un centenar de inscritos.

Escuela de Salud Pública acoge reunión mensual

CESA avanza en sus estrategias de planificación del trabajo anual

Establecer las nuevas directrices del trabajo del Centro Especializado para la Prevención del Consumo de Sustancias y el Tratamiento de las Adicciones, CESA y sus acciones estratégicas a corto y largo plazo, fueron parte de los objetivos desarrollado en la reunión mensual, según nos cuenta el Dr. Jorge Ramírez, uno de los tres investigadores ESP que son parte del nuevo Centro.

Al centro el decano de la Facultad de Medicina, dr. Miguel O'Ryan; la rectora de la Universidad de Chile, dra. Rosa Devés; la directora del Hospital del Salvador, dra. Victoria Pinto, y la decana de la Facultad de Odontología, dra. Irene Morales, junto al equipo directivo de nuestro plantel

Trabajos están cerca del 80% de avances

Hospital del Salvador muestra su futuro

Con el objetivo de dar a conocer los avances en el levantamiento de la nueva infraestructura de este recinto asistencial, su directora, doctora Victoria Pinto, se reunió con autoridades de la Universidad de Chile.

Es fundamental controlar la propagación del vector

Más allá del dengue

En medio del auge de casos de esta infección que se vive en los países vecinos, así como del reciente descubrimiento del mosquito que transmite la enfermedad en la provincia de Los Andes, académicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile hacen un llamado a la calma pero, al mismo tiempo, a la prevención.

Promisorios resultados dio a conocer el doctor Leandro Carreño, académico del Programa de Inmunología del Instituto de Ciencias Biomédicas, al término de su proyecto Fondef IDeA

Trabajo continuará con un proyecto CORFO

Presentan innovadores avances contra las alergias

Promisorios resultados dio a conocer el doctor Leandro Carreño, académico del Programa de Inmunología del Instituto de Ciencias Biomédicas, al término de su proyecto Fondef IDeA “Desarrollo de una formulación terapéutica en base a liposomas inmunomoduladores, para el tratamiento de alergias ambientales”.

Investigación de la Universidad de Chile

Académicos diseñan método simple para determinar cómo evolucionan pacientes de COVID-19

Académicos diseñan método para determinar evolución de pacientes Covid

Dos años y medio han pasado desde el inicio de la pandemia de COVID-19, enfermedad que ha cobrado la vida de 2.8 millones de personas en el planeta y cuyo virus sigue infectando a miles de seres humanos cada día. El próximo mes el comité de la Organización Mundial de la Salud (OMS) definirá si continuamos en estado de emergencia sanitaria internacional. Mientras tanto, los especialistas recomiendan continuar con las medidas de prevención.

Quienes sobreviven al coronavirus han descrito una amplia variedad de secuelas: pueden experimentar fatiga, síntomas respiratorios persistentes, disminución de la función física y disminución de la calidad de vida hasta seis meses después de la infección. En general, los pacientes con comorbilidades se ven más afectados por el COVID-19 y tienen peor evolución clínica. Frente a este fenómeno, el kinesiólogo y académico del Departamento de Kinesiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, profesor Rodrigo Núñez-Cortés, desarrolló un método simple para determinar cómo evolucionará el paciente.

El trabajo estudió la asociación entre la puntuación del índice de comorbilidad de Charlson (CCI) después del alta con la prueba de caminata de seis minutos (6MWT) un año después del alta en una cohorte de sobrevivientes de COVID-19, estudio cuyos resultados fueron publicados recientemente en la revista científica International Journal of Environmental Research and Public Health.

“Nuestros resultados indican que los pacientes con una mayor carga de comorbilidad preexistente tuvieron un peor rendimiento físico un año después de la hospitalización por COVID-19. Esto se hizo mediante el test de marcha de seis minutos, que es una prueba sencilla y muy validada en el contexto clínico para evaluar capacidad física o rendimiento físico de los pacientes”, dice el profesor Núñez-Cortés.

Un 60% de los pacientes que sobreviven al coronavirus presentan este cuadro que se llama “COVID persistente” o "Long COVID", que se relaciona con síntomas como la fatiga, dificultad para respirar y también problemas de movilidad. Esto en cuanto a las secuelas físicas, porque existen consecuencias psicológicas e incluso cognitivas. “Nuestro método complementa una evaluación más integral que debe contemplar salud mental y factores sociológicos. Muchos pacientes que se recuperaron de la hospitalización por COVID presentaban una gran variedad de secuelas que les impedían realizar ciertas actividades cotidianas o de la vida diaria. En este contexto, era necesario contar con herramientas clínicas que fueran sencillas para identificar a los pacientes que fueran más vulnerables”, explica el docente.

El estudio abarcó a 41 pacientes de ambos sexos, mayores de 18 años, que estuvieron hospitalizados por coronavirus en el Hospital Clínico Eloísa Díaz de la Florida, entre agosto y septiembre del 2020. Un mes después de su alta, entraron en este programa de seguimiento con los kinesiólogos rehabilitadores.

“Hasta el momento, el test de caminata se había utilizado para evaluar el pronóstico en cuanto a gravedad o mortalidad en pacientes con COVID-19, no en términos de salud física. Nuestra conclusión es que esta herramienta sencilla puede ser usada también por profesionales de la salud para determinar el riesgo que pueda tener una persona en términos de su salud física a largo plazo. Las conclusiones del estudio nos pueden ayudar a tomar decisiones clínicas importantes como la asignación de recursos sanitarios necesarios para la rehabilitación, y así identificar bien a los pacientes que tienen mayores secuelas del COVID y necesitan una intervención ya sea de kinesioterapia o terapia ocupacional, acelerando y personalizando su rehabilitación”, indica el académico.

Otra de las autoras de este estudio prospectivo, la kinesióloga Constanza Malhue-Vidal, del Hospital Clínico Eloísa Díaz de la Florida, dice que -dado el gran número de pacientes con secuelas por el COVID-19- era necesario identificar herramientas clínicas adecuadas para evaluar a los pacientes con riesgo de desarrollar limitaciones a largo plazo en su rendimiento físico. “Esto puede mejorar la estratificación, priorización y permite realizar ajustes en los inicios de la rehabilitación. Esta herramienta puede utilizarse también cuando el paciente no puede realizar pruebas físicas exigentes después de una hospitalización prolongada. Así, esta herramienta podría utilizarse en las primeras fases de la planificación de la rehabilitación tras la hospitalización por COVID-19”, señala la especialista.

“Además, al poder usarse en las primeras fases, se puede utilizar esta prueba como seguimiento y replicarla a posterior, logrando objetivar la evolución del paciente tanto en etapas iniciales de la hospitalización como también en un proceso de rehabilitación ambulatoria más avanzado”, agrega.